domingo, 24 de junio de 2012

CAMINANDO POR LA VIDA




Por Tere Ubillús
Publicado en el Semanario
"Hora Cero"
(Del 19 al 25 de junio)



Ya estamos a mitad de año. Los días y semanas se pasan, como dicen, literalmente: “Volando”. Se ha puesto a pensar si sus metas trazadas se están cumpliendo. Si es afirmativo, bien. Caso contrario, nunca es tarde para hacerse un plan de proyectos. No hay que esperar que sea 31 de diciembre para programarse y hacer todas las cábalas respectivas que se suelen hacer para iniciar un nuevo año. Recuerde que cada día es un nuevo comienzo.
Ya les digo: “Nos irá bien siempre. Sí, siempre, porque tenemos que estar con mente positiva, optimistas y sonreir”. Una sonrisa es muy importante en nuestro diario quehacer, porque verán en nosotros a personas serviciales y dispuestas a dar la mano ante cualquier circunstancia. Recomendación: “Hasta para contestar el teléfono debemos hacerlo con una sonrisa. Sostienen algunos estudiosos en la metafísica, que esa expresión se siente en la voz aunque no seamos vistos”.
Lo importante de todo es encontrar, en los lugares de atención al cliente, gente carismática, como me ocurrió esta semana, en que tuve que reunirme con una persona para solucionar un problema personal. La cita la pedí para las 9 de la mañana, pero me la dieron a las 10. Eso me incomodó, pero pensé: Mente positiva y, como dicen dos buenas amigas, a quienes las llamo “filósofas”: Siempre mira el lado positivo. En esta oportunidad podría haber sido: dormir un poquito más; sin embargo, la reunión fue en un lugar muy cercano al último cerro de Lima pituca, en Chacarilla y de donde yo vivo a esa parte del planeta es un viaje interespacial; por lo que tuve que levantarme tempranísimo. Sí, tengo muy mala fama entre los que me conocen (sobre todo mi familia) de ser dormilona. Pero lo que no saben es que desde muy joven, adolescente -diría yo- sufría de insomnio; y, claro, en el día dormía cual lirón. ¡Ah! Es que mi mamá y mi abuelita materna me engreían mucho y dejaban que su linda Teresita (yo) durmiera rico y bien abrigadita.
Bueno, no quiero salirme del tema de la “amabilidad”. Así califico la atención que recibí en esta semana en dicho lugar. A lo que quiero llegar es a que en los próximos días tengo que ir a Essalud para una atención médica a mi padre y espero nos atiendan de la misma manera: con mucha cordialidad y profesionalismo. Obviamente que estaré con mente positiva y una amplia sonrisa. Además se trata de la salud de mi progenitor. Así que cuando se realice el chequeo médico todo será para BIEN!
Querido papá desde aquí me permito decirte: “Ya era hora de una visita al médico, porque nunca tienes tiempo”. Para él más importante es su trabajo, que hasta ahora, a sus setenta y algo de años, dirige la Banda Sinfónica en una universidad privada y da clases de música en el Conservatorio Nacional de Música; lo que, sin duda, seguirás realizando con el entusiasmo y dedicación que le pones a cada nota y pieza musical, que lo llevas dentro de ti, por ser hijo de un grande -que este 17 de junio cumpliría 112 años de edad-; pero que hace 20 años nos dejó lo mejor de él: La Música. Mi Querido y Recordado Abuelito Manuel. Un merecido homenaje por el Día del Padre y por tu cumple, donde quiera que estés abuelito Manuel Ubillús.
Así que vivir el presente con alegría es maravilloso. Disfrutar de lo que uno es, de lo que se tiene: la familia y buenos amigos son bendiciones que Dios nos da día a día. Aprovechemos de ello al máximo! www.newsandcommunications.blogspot.com

lunes, 18 de junio de 2012

CAMINANDO POR LA VIDA


Por Tere Ubillús 
Publicado en el Semanario
"Hora Cero"
(Del 12 al 18 de junio)



Lo que estás pensando es lo que eres y sientes. Es decir, si te sientes feliz, optimista o, la palabrita más de moda ahora, “positivismo”, todo te irá bien. Pero, déjenme decirles que es cierto. No obstante, si desde que te levantas de la cama con pensamientos negativos, que todo te irá mal, que “ojalá” te salga bien tal o cual proyecto, permítanme decirles que desde que piensan negativamente y pronuncian el término “ojalá”, denlo por hecho, que nada estará bien.
A qué viene todo este preámbulo, usando la metafísica, siempre. Estamos amenazados, no, yo más bien diría estamos con la “psicosis” que en cualquier momento se produciría un gran terremoto, una catástrofe, en la que desaparecerá casi todo Lima, la costa peruana, en fin. Ya no saben que inventar. Sí, señores, para mí eso es fruto de mentes (pensamientos), que buscan que se produzcan esas desgracias. Si todos ponemos “mente positiva” y pensamos que hay un Dios que nos protege y nos desea lo mejor; porque nadie me va a negar que nuestro país está muy bien económicamente, frente a otras economías de nuestro bello planeta. Tenemos las mejores comidas, el mejor Pisco Sour del mundo, motivos suficientes para mantenernos siempre optimistas. No atraigamos con nuestros pensamientos pesimistas: las desgracias, llámese: catástrofe o cataclismo, que por ahí leí en un diario sensacionalista, que todos los días informa sobre el mismo tema.
No soy una extraterrestre, no, para nada ¡Eh! El temblor del viernes por la mañana me hizo brincar de la cama, mientras meditaba lo que haría en el precioso día que Dios me regala cuando abro los ojos y digo: “Gracias, por otro día más con los míos”. De inmediato me paré y dije a los que están en mi casa: “Tranquilos que ya pasó”. No es por nada, pero ante una situación, que ruego al cielo “nunca pase” (Vamos todos piensen lo mismo: “QUE NUNCA SUCEDA”), tengo por costumbre mantener la calma; tanto que mis hijas y mis padres son los que me piden que baje, si estoy en el segundo piso de mi casa o que salga del lugar donde me encuentre; pero les contesto: “Ya pasó. Tranquilos”. Aunque los últimos temblores, ocurridos a la medianoche, sí tuve que bajar por mi madre, a quien tengo que poner a buen recaudo, debido a que requiere de ayuda para su movilización. Solo ella me hace bajar en esas circunstancias y por la hora (de noche). Cuando han sido de día continúo con mis actividades normales.
Pese a que he vivido los terremotos del 70 y 73, siendo una niña de 6 y 9 años, respectivamente. Recuerdo el primero, que acompañaba a mi madre a la procesión del Señor de Los Milagros, en el distrito de La Victoria, en Lima. Vi que todos corrían despavoridos y mi mami muy nerviosa me tenía fuertemente de la mano y caminamos aceleradamente a ver a mis hermanos. El mayor estaba en el colegio, donde se cayó una pared y hubo alumnos heridos; mi otro hermano, el más pequeño, estaba con mis abuelitos paternos; mi padre estaba solo en casa y salió a la calle. En el segundo sismo, nos tocó en vacaciones escolares. Mi mamá se disponía a ir a comprar el pan; mientras que mi papá se encontraba ensayando con la Sinfónica Nacional en el Teatro Municipal. Mi mamá corría por el interior de la casa, de dormitorio en dormitorio, para ponernos a buen recaudo. Salimos a pararnos en la puerta de la calle y luego nos preocupamos por nuestro padre. Hasta que llegó y nos contó cómo se sintió en el histórico teatro limeño. Por unos días dormimos en la sala, porque las réplicas del sismo eran muy seguidas.
El pasado 31 de mayo se convocó a todo el país a participar de un simulacro de sismo. Pero, señoras y señores, jóvenes y niños, nadie toma en serio esta advertencia, sobre todo, que sirve para SALVAR VIDAS y no tener que lamentarse. Sinceramente, observo que no hay conciencia sobre lo que se debe hacer en ese momento, que sin duda alguna es: ¡Mantener la calma!
Todos lo toman muy a la ligera, se ríen, caminan conversando cosas del día y nadie le toma importancia. Los responsables de estas convocatorias deben ser más explícitos en las recomendaciones a seguir, como, por ejemplo, hablar en esos momentos, durante el simulacro, sobre lo que se tiene que hacer y cómo se tiene que afrontar una situación de esa índole. Que ya les repito: Pensamiento Positivo: “NO SUCEDERÁ”. No porque lo diga yo, sino porque todos deseamos lo mejor para nuestras familias, amistades y para el mundo entero.
www.newsandcommunications.blogspot.com





CAMINANDO POR LA VIDA


Por Tere Ubillús
Publicado en el Semanario
"Hora Cero"
(Del 05 al 11 de junio) 


Ser buena, atenta, acomedida (sinónimo de servicial) es muchas veces confundido con calificaciones como: tonta, quedada, sonsa, en fin, nunca terminaría de enumerarlas. Para mí, que aplico la metafísica, el ser positiva, que significa pensar y actuar bien. Se le llama también la Ley de la Atracción: Causa-Efecto.
Esta semana me tocó vivir capítulos en mi vida, como el de ayudar al prójimo, a mis hermanos, en buen cristiano. El lunes muy temprano, yendo al trabajo, vi como una “Combi de la Muerte” (horrendo término) atropelló a un pequeño escolar, de más o menos 7 u 8 años de edad. Vi volar a la criatura ante el tremendo impacto que el vehículo le dio, que en un descuido de sus padres cruzó temerariamente la gran Av. Brasil, cuadras 21 y 22, donde NO hay ni un resguardo policial, a las 7 de la mañana. Estos llegan a partir de las 7.30 am.
La gente de inmediato realizaba llamadas por sus celulares. A mí se me ocurrió correr y detener al chofer de dicha unidad de transporte público, a quien le llamé la atención por el penoso hecho. Mi hija mayor estaba conmigo y con lágrimas en los ojos, miraba al niño y me dijo: “Mamá hay que llevarlo al hospital”. En ese preciso momento, un taxi paró y nos abrió la puerta del auto para subirlo y cuando quise cargar al menor, la gente me dijo que no lo tocara, porque podría convulsionar en el camino y eso sería peor. Hubo un par de enfermeras que lo rodearon, pero ni se le acercaron (Qué tal vocación, pensé. Porque si yo supiera de primeros auxilios lo atendía también. Tampoco me crean que soy la sabe lo todo o la que quiere salvar al mundo, aunque ya quisiera, modestia aparte).
Debo advertir que creo mucho en los ángeles, como creo en un Maravilloso Dios Todopoderoso. En su momento, apareció un doctor, admirable hombre. De inmediato abrió su maletín sacó sus guantes quirúrgicos y revisó minuciosamente al niñito, quien no abría los ojos, parecía estar inmerso en un profundo sueño; pero el médico dijo que estaba vivo.
Ante este triste y lamentable episodio aparecieron los efectivos de serenazgo “efectivos” no sé para qué, porque no podían movilizar al menor con sus unidades, en vez de agilizar el tránsito, que este accidente ocasionó, lo entorpecieron más. Era todo un caos. El tiempo transcurría y no aparecía ninguna ambulancia; pero como siempre llegaron los valientes bomberos, punto para ellos, que son los primeros en llegar. Aún sin poder estacionar bien la unidad, bajaron raudamente con camilla en mano y se llevaron al menor con dirección al Hospital del Niño.
Pasaron los minutos, aproximadamente 7 y 30 de la mañana, se asomó la policía, por fin. Porque no me desprendí, en ningún momento, del chofer de la combi y lo entregué a un agente. Hasta ahí creí que hice lo mejor. Pero, luego recordé un caso en que el chofer arregló con la policía y se fue dejando a un joven, que luego murió; y hasta la fecha no se logra la captura de dicho mal conductor. La madre del joven reclama justicia y hasta llegó a amenazar en la comisaría, donde sentó la denuncia del accidente, que si veía al asesino de su hijo, lo mataría y luego viviría tranquila, porque no hay justicia y la policía no hace nada. Bueno, tampoco se trata de eso, pienso, pero perder un hijo en esas circunstancias debe ser muy doloroso y para no olvidarlo nunca, pues se trata de un ser al que llevaste en el vientre, al que cuidaste por más de 20 años.
Apelo a las autoridades, si las hay, y a los responsables de las empresas de transporte público que tomen conciencia sobre estos accidentes. Porque siguen haciéndose carrera entre ellos mismos, adelantándose a otras unidades para captar más pasajeros o quieren ganar la luz del semáforo y dejan al pasajero en otro paradero, que significa de dos o tres cuadras más. ¿Hasta cuándo los peruanos tenemos que soportar esa falta de Educación y Cordialidad para con los pasajeros? Porque apenas se detienen en el paradero nos apresuran a bajar. Hay jóvenes que vienen con sus mochilas y cosas en la mano, que apenas pueden sostenerse y los hacen bajar rápidamente, corriendo el riesgo de sufrir una caída, por el apremio de seguir corriendo como locos. Porque solo gente que no tiene conciencia y con falta de delicadeza puede hacer esto. ¿No tendrán hijos, padres? Repito lo de mi columna anterior: ¿No tienen familiares esperándolos en casa?
Otra sugerencia sería colocar más semáforos con medición del tiempo para cruzar las pistas.
www.newsandcommunications.blogspot.com

CAMINANDO POR LA VIDA




Por: Tere Ubillús
Publicado en el Semanario
"Hora Cero"
(Del 29 de mayo al 4 de junio)

De nada sirve quejarse, ni sentirse derrotados, por no decir fracasados, ni muchos menos ser víctimas. Caminando por una concurrida avenida vi el titular de un libro, que decía: “El mundo es tuyo, el conquistarlo está en tus manos”. Interesante, pensé. Tengo que confesar que soy una asidua lectora de libros de motivación personal y, sinceramente, desde que aplico los pensamientos positivos y, sobre todo, encomendándome a Dios, todo me va bien.
Esta columna me permite darles una serie de recomendaciones y consejos para que logren sus metas, tanto personales, como profesionales. La clave del éxito está en ser buenos, darlo todo por el todo a las personas que sin ser tu familia puedas brindarle una ayuda desinteresada.
Con el corre corre del día a día, la gente se olvida de los modales, de la buena educación, entonces vemos personas de muy mal humor, que si pudieran desaparecerte con la mirada de rayos x, lo harían. Es cierto, como me comentó, alguien por ahí: “Se sienten las malas vibras del ser humano”. Uf, pensé: “Nadie se salva de los sentimientos externos tampoco”.
Mientras realizaba la fila en Essalud para recoger los remedios para mi madre, observaba a la gente y pensaba: “Nada de esto es gratis, ni para los que vienen por sus medicinas y, mucho menos, para los que trabajan ahí; porque para eso se les paga un sueldo”. Entonces por qué el trato es hostil e indolente ante personas muy humildes y, muchos de ellos de avanzada edad, que suelen ir acompañados.
Fue el caso de una joven que se incluyó en la fila de trato preferencial y, de inmediato le pidieron que se retire. Al ver eso, me acerqué al agente que hizo tal acción y le dije que la señorita venía con una señora mayor, que no podía estar parada, por lo que la tenía que esperar sentada, mientras ella solicitaba la medicina. Este agente de seguridad pidió que la ancianita se pusiera en la fila. Le dije: ¿Cómo se le ocurre que la señora esté parada? Por eso viene con la señorita, le expresé. El hombre se molestó por la observación hecha de mi parte, pero creo que se tiene que ser justos, más que inteligentes. Luego que pasó eso recién el resto de las personas comentaban lo ocurrido.
Lo mismo sucede en las combis y ómnibus, con los conductores que manejan sin recordar que tienen “familia que los esperan en casa”. Sin embargo, uno les dice algo y los otros pasajeros están mudos. No hay conciencia del buen trato, la buena educación, que no cuesta, porque eso sí  es gratis.
Entonces amigas y amigos iniciemos desde hoy a aplicar la buena educación, a despertarse y agradecer a Dios por un maravilloso día más de vida e, inmediatamente, mentalice que todo saldrá bien, tanto en el trabajo, como en el hogar.